Falta de deseo sexual

Un estudio realizado recientemente comprobó que la falta de deseo sexual en las mujeres tiene su origen en un problema físico, descubrieron que aquellas que padecen inconvenientes con la libido el cerebro funciona de manera distinta.

Según el estudio se debe a la “evidencia sólida” de que el bajo deseo sexual tiene un origen físico, de acuerdo al estudio existen diferencias en los procesos mentales de las mujeres con bajo impulso sexual.

Estas conclusiones sugieren que el “trastorno de deseo sexual inhibido” es un “problema físico genuino”. Se sigue estudiando en torno a si puede o debe ser usado para describir la falta de deseo sexual, que podría ser provocado por una variedad de factores psicológicos y emocionales además de físicos.

El equipo hizo un tratamiento a 19 mujeres que habían sido diagnosticadas con el trastorno e hizo una comparación con la respuesta de sus cerebros con la de otras siete sin este trastorno.

Las mujeres fueron conectadas a un escáner de imágenes de resonancia magnética funcional, capaz medir los niveles de activación en diversas partes del cerebro al detectar un incremento en el flujo sanguíneo, se les pidió a las mujeres que eran analizadas que observaran una pantalla a lo largo de media hora en la que se intercalaban programas diarios de televisión con videos eróticos.

Aquellas mujeres que no habían sido diagnosticadas con “trastorno de deseo sexual inhibido” presentaron un aumento en la actividad de las cortezas insulares, que están asociadas con las emociones, pero esto no se pudo observar en el resto de las estudiadas.

El hecho de haber podido comprobar cambios fisiológicos se piensa que presenta una evidencia importante de que este es un verdadero trastorno y no sólo una construcción social.